De analogías y disparates
El buen ladrón
Ya lo dijo el Señor: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Al mal ladrón, en cambio, ningún consuelo. Y aquello estuvo muy bien, porque los malos ladrones no deberían jamás ser tolerados. Ni dedicarse a la política profesional, como me ha dicho que sucede, en su país, un conocido de años.